La conspiración de la pelusa

Creo firmemente que estamos en medio de una conspiración de los gobiernos del mundo, en la que tienen amplia participación los medios de comunicación. Hay un tema del que definitivamente no se habla: La verdadera intención de las pelusas. ¿Cuántas veces escuchó en la radio sobre este tema?¿Cuánto le hablaron en la televisión sobre la bola de mugre que vive debajo de su cama? ¡Nunca, señora!¡Eso es una conspiración! Nada de información y sin embargo cuántas veces se vio asaltada por un grupo comando de pelusas cuando intentó abrir una puerta cerrada hace algún tiempo. Estaban ahí, agazapadas, acechantes, esperando el momento de dispersarse quién sabe dónde... tal vez hacia el costado de la cocina o a la para de alguna silla.

Hasta la Real Academia Española está metida! Si no me cree, mire la definición que da de pelusa.

4.f. Aglomeración de polvo y suciedad que se forma generalmente debajo de los muebles

No se deje engañar, señora. Nada "se forma" porque sí. Se forman, sí como un ejército. Tienen su propia formación, no en filas, sino en una especie de cosa amorfa que da la sensación de caos e inanimación, pero créanme que están vivas.

Parte de la conspiración se afirma en dos pilares fundamentales: la desinformación y el sentimiento de culpa. La desinformación se desarrolla haciéndonos creer que la pelusa se forma cuando pasa mucho tiempo sin limpiar un lugar y el sentimiento de culpa surge de esa primera afirmación, originando esa falsa idea de que las pelusas "se forman" por culpa nuestra. Pero todos sabemos que no importa cuántas veces barramos debajo del calefactor, las pelusas estarán allí en un día o dos a lo sumo.

Pero la peor información guardada hasta el momento es la manera en que estos seres se reproducen: Por las noches, cuando todo el mundo duerme, las pelusas trepan por las camas y se escabullen entre las sábanas. Allí realizan su apareamiento con los seres humanos de una forma que no está estudiada aún. Lo cierto es que al cabo de unas horas y sin percatarnos de nada, damos a luz a una hermosa pelusa a través de nuestro ombligo. ¡Qué ingenuos nosotros!¡Cuánto tiempo viviendo en la oscuridad! El que encuentra una pelusa en su ombligo lo primero que hace es sacarla y tirarla... pero no! Las crías de pelusas se dirigen directamente a los rincones, donde esperan ser alimentadas por otras pelusas y crecer hasta ser capaces de aparearse.

Así que ya sabe, señora, cuénteselo a su marido: la próxima vez que se saque una pelusa del ombligo, haga un bien por la humanidad toda y quémela sin piedad.