Ese agujero en el baño
Cuando llegué a vivir a mi actual domicilio (donde vivo con dos amigos) ya estaba ahí. Uno podía contemplarlo desde lejos si quería porque era realmente notable. Era un verdadero agujero en el medio del baño.
Vaya a saber Dios por qué uno se acostumbra tan rápido a ciertas cosas que no deberían estar ahí. Digo... un agujero en el piso del baño hay en todas las casas, pero sucede que están tapados con esos hábilmente diseñados objetos llamados rejillas. La cosa es que rastreando en los archivos de la casa y entrevistando a los habitantes del lugar, llegué a la conclusión de que hacía más de un año y medio que eso estaba ahí, esperando que uno meta la pata... la pata o algo, porque la otra vez sin que nadie se entere se cayeron dos medias (no del mismo par, no de la misma persona) adentro del pozo (porque era un pozo). Cuando sacamos las medias vimos con admiración y entusiasmo que la mitad de la antigua rejilla estaba en el fondo del abismo. Cual arqueólogos fascinados por semejante descubrimiento, nos dispusimos a rescatar los restos. Una verdadera inmundicia: pelusas, moho y más pelusas sobre la pelusa, con esa textura resbalosa y tan particular que le da el agua a las cosas cubiertas de suciedad y restos humanos.
Cuestión: el lunes pasado me levanté atravesado, compré una rejilla, sellador y masilla epoxi. Así, en no más de cinco minutos, terminé con el sufrimiento de tres personas durante un año y medio.
Ahora entro al baño y me quedo mirando. Cuando me agarra la nostalgia por lo viejo me miro al espejo y me digo "No, Franco. Ese agujero es parte de tu pasado, no mires hacia atrás" (porque la rejilla está detrás mío cuando miro el espejo).

Comentarios
(al principio, por leer rapido el post, pensé que se trataba sobre el modernisimo juego de ducha/bidet)