Baño privilegiado
Hay algo que es impresionante en la creatividad humana, algo que hace a algunos hombres destacarse por sobre los demás. En el baño de mi casa (sí, sigo con el baño) hay un invento que ha venido a transformarse en algo así como un ícono domiciliario, una expresión de esa creatividad.
Alguien ha inventado algo extraordinario: ¿Por qué tener una bañera y un bidet de forma separada en el baño, siendo muy cómodos ambos pero ocupando lugar al pedo, cuando uno puede tener las dos cosas en un solo implemento y estar incómodo haciendo las dos cosas: bañándose y lavándose el c***?¿Eh, eso me pregunto yo?
Sí, damas y caballeros a los que les gusta estar limpios y relucientes por detrás y por delante... No es una bañera, tampoco es un bidet. Aquí les presentoooo… ¡la Bideñera!… o Bañidet.
Uno puede ducharse tranquilamente y dejar que el agua salga por los costados para lavar el piso al mismo tiempo. Y como si eso fuera poco, tiene la posibilidad de sentarse en su práctico sócalo ancho pero bajito, para cualquier tamaño de nalgas e higienizarse apropiadamente sin sufrir casi ningún calambre al levantarse.
En serio, che, ¿Por qué alguien quisiera tener algo así en su casa? Dejémonos de joder.
Lo problemático es, además, que si los planetas se alinean de tal manera que alguien olvida abierta la canilla del chorro del ”bidet” y uno, queriendo ducharse, abre las canillas de la ducha, el chorro de agua helada te pega justo en la pera y hasta uno puede degustar el agua. La próxima me lavo los dientes ya que estoy. ¿A alguien le gusta tomar agua de un bidet? ¡A mí tampoco! Ni hablar que se te moja toda la ropa, no? Pero eso es lo de menos porque total está para lavar.
Otra cosa. Los pedazo de guachos que hicieron el baño metieron semejante monstruo en el medio, entre pared y pared en lugar de ubicarlo en un rincón. Entonces la cortina de baño es solamente para que no te vea nadie y no, como debiera ser, para que el agua no salga para cualquier lado. Quedó tan en el medio que los espacios que deja son tan chiquitos que no se pueden aprovechar para poner ni un mueblecito ni un carajo, porque simplemete no entra. Ni hablar que el secador de pisos hay que meterlo chanfleado y no llegás a sacar todo el agua. Conclusión: si querés ducharte calculá 5 minutos abajo del agua y otros 5 en el agua del piso tratando de hacerla pasar por la rejilla.
Ante tal problema, hemos diseñado un sistema practiquísimo de ventosas, cables viejos y broches de ropa para sostener la cortina a los lados e impedir que el agua se filtre. Un horror, pero un horror que viene a ser lo único práctico del sistema.
¡Qué lindo! Les dejo fotos para que entiendan de lo que todo lo que estoy hablando (se puede hacer clic para agrandar las imágenes y ver el horror más de cerca)
01. Vemos claramente el implemento. Nótese que del lado interno hay una especie de "estribos" donde uno podría apoyar los pies al usar el bidet. Si uno se agarra de las canillas al hacer esto da la sensación de estar conduciendo algún tipo de vehículo del demonio.


Comentarios
Me gustó la idea de usarlo como "vehiculo".
abrazo